Peregrina/o del Transurfing, hoy te recuerdo la última parte de
la entrada en nuestro blog del domingo pasado 01/06/2014:
El Transurfing no es un nuevo método de
crecimiento personal sino una manera nueva de pensar y de actuar para
conseguir lo que tú quieres. Para eso, no se trata de luchar contra uno
mismo/a o de cambiar algo en sí mismo/a, o de querer cambiar al mundo, sino
más bien de volver a lo que realmente somos, al santuario de nuestra propia
alma.
Y allí te
preguntaba:
v
¿Qué es lo que tú quieres conseguir
proveniente de lo más profundo del santuario de tu alma?
v
¿Qué es lo que realmente quieres ser
y quieres tener?
v
¿Ya elegiste la línea de vida, la
cual ya contiene tu objetivo vital trascendente?
o ¿No tienes elegido todavía tu objetivo vital trascendente?
o ¿Por qué no?
Hoy agrego la siguiente interrogante
orientada hacia todos aquellos peregrinos/as que todavía no han logrado definir
su objetivo vital trascendente:
¿Cuáles son las razones por las que,
en este momento, tú no sabes o no puedes o no tienes elaborado tu objetivo
vital trascendente?
Cuando uno le dirige esta pregunta a los aprendices emergen como arroz las “razones porque no” del monito
borracho (“Hágase la Luz”, Bárbara Ann. Brennan).
Leamos lo que ella
dice al respecto:
“Hace unos años, asistí a un cursillo sobre
planificación organizativa. El conferenciante nos dijo que, en los negocios, u
obtienes los resultados que quieres u obtienes «razones porque no». En
realidad, sólo hay dos categorías. Nuestras «razones porque no» son una forma
engañosa de negación que aplicamos a todos los ámbitos de la vida. Nos
proporcionan excusas, coartadas, racionalizaciones, justificaciones o historias
para explicar por qué no conseguimos los resultados que queríamos. Nuestra
mente es muy hábil a la hora de darnos «razones porque no», y de alguna manera
nos convencemos de que nuestras «razones porque no» son casi tan buenas como los
resultados que perseguíamos.
Las «razones porque no» sirven para refugiarnos en
la negación. Gracias a ellas, evitamos algo en nosotros, algo que tememos.
Contrariamente, no tendríamos necesidad de esas «razones porque no».
Simplemente, diríamos que no teníamos intención de
hacerlo, sea lo que fuere”.
Los místicos orientales denominan la parte de
nosotros de donde emanan las «razones porque no» el «monito borracho». Todos
escuchamos al monito borracho que hay en nuestra mente cuando necesitamos una
«razón porque no», sobre todo cuando hemos decidido seguir una dieta o un
programa formal de ejercicios, o emprender una actividad distinta como puede
ser el estudio de una nueva disciplina. Sea cual fuere nuestro compromiso, el
niño caprichoso que llevamos dentro todavía «quiere lo que queremos cuando lo
queremos». Es entonces cuando acudimos inconscientemente al monito borracho
para que nos facilite algunas buenas racionalizaciones que nos ayuden a
conseguirlo. Aquí inventaríamos sólo las más comunes:
«No tengo tiempo.»
«Estoy demasiado ocupado/a.»
«No sé cómo hacerlo.»
«Lo haré si tú lo haces”»
«Bueno, tú no lo has hecho; no voy a
hacerlo yo.»
«Estoy demasiado débil.»
«Me trae sin cuidado.»
«No tendrá importancia.»
«Soy demasiado estúpido/a.»
«No soy lo bastante bueno/a.»
«No entiendo eso del espacio de las
variantes, ni lo de la corriente de las variantes, ni eso del gobierno de mi
realidad»
“El año que viene sí lo haré”
PROTOCOLO DE
PRÁCTICA
Peregrina/o, si todavía no has podido acceder al santuario
sagrado de tu alma y definir tu OBJETIVO VITAL TRASCENDENTE, te invito a
activar tu Celador (tu conciencia lúcida) para que escudriñes tu mente y expliques por qué no estás consiguiendo
los resultados que tú quieres lograr:
¿Cuáles son tus excusas, tus
coartadas, racionalizaciones, justificaciones
o historias?
Escribe tus
respuestas y léelas cada dos horas diariamente durante los próximos siete días.
Observa qué pasa contigo cuando empiezas a tener “Conciencia Lúcida” de tu
estado mental de negación en todos los ámbitos de tu vida sagrada. ¡Obsérvate
simplemente! ¡Descubrirás cosas de tu mundo interior realmente sorprendentes!
¡Brindemos porque hoy ya no nos
dejamos dominar por las “razones porque no” de nuestro monito borracho!
No hay comentarios:
Publicar un comentario