domingo, 26 de octubre de 2014

¿QUÉ PASA CON TU OBJETIVO VITAL TRASCENDENTE?


Si no tienes un objetivo definido y no quieres nada, significa que tu nivel de energía vital está muy bajo, o tu mente ha metido definitivamente al alma en la funda, expresa Vadim Zeland. Y continua: “En el primer caso puedes aumentar el tono vital si te ocupas de tu salud. Es posible que ni siquiera sepas qué es una buena salud. Es cuando la vida te complace y lo quieres todo y a la vez. El alma no es capaz de no querer nada; después de todo, esta vida es la única posibilidad para el alma.
En el segundo caso tienes sólo una salida: empezar a quererte a ti mismo/misma. ¿No crees que te entusiasmaste demasiado al cuidar de los demás? Ponte a ti en primer lugar. Los otros no recibirán nada bueno de ti si tu propia alma está relegada a segundo plano. Al entregarte por completo al servicio de los demás, incluso de tu prójimo o, aún más, al de los péndulos, echas a perder absurdamente tu vida. La vida se te ha dado, no para que sirvas a alguien, sino para que te realices como persona. Al encerrar al alma en la funda creas un potencial excesivo enorme de insatisfacción interior oculta, que va a derramarse sobre ti y tus cercanos como infortunios de toda clase. Te parecerá que deseas el bien a la gente, pero en realidad toda esa preocupación sólo les perjudicará.
Cuídate a ti mismo con diligencia, trátate con cariño y atención. Entonces tu alma entrará en calor y desplegará sus alitas”

 PROTOCOLO DE PRÁCTICA


Reflexiona en silencio y tranquilamente sobre las siguientes interrogantes existenciales. Las respuestas que des te serán útiles para tu vida como Peregrino del Transurfing:

Ø  ¿Tienes ya tu objetivo vital trascendente definido?
Ø  ¿Tienes definitivamente metida a tu alma en la funda de los condicionamientos y limitaciones impuestas por los péndulos?
Ø  ¿Cuándo es que vas a empezar a quererte a ti misma/mismo?
Ø  ¿Sigue tu alma relegada a segundo plano?
Ø  ¿Cuáles son tus insatisfacciones ocultas que te hacen hacer un gasto enorme de energía vital?
Ø  ¿Qué tendrías que hacer para que tu alma entre en calor y despliegue sus alas?
Ø  ¿En alguna ocasión te has encontrado diciéndote lo siguiente:
“En mi vida hay algo que falla. Estoy angustiado/a. Todos los días me parecen iguales. Siempre me sucede lo mismo. Me falta algo”
Ø  ¿Puedes ya, en este momento, definir aquí tu objetivo vital trascendente? Por favor ¡Escríbelo!..........

Peregrina/o:
¡Brindemos porque hoy hemos empezado a querernos a nosotros mismos!



domingo, 19 de octubre de 2014

PARA CONSEGUIR LA UNIDAD DEL ALMA Y LA MENTE


Para conseguir la unidad del alma y la mente, dice Vadim Zeland en su libro “El susurro de las estrellas de madrugada”: “primero es necesario determinar en qué, exactamente, debe conseguirse esa unidad, lo que significa marcar nuestros objetivos. A pesar de la aparente evidencia, el asunto no es nada trivial.
Como norma general, las personas saben con exactitud qué es lo que no quieren, pero les resulta difícil formular sus verdaderos deseos. Eso se explica con el hecho de que los péndulos tienden a someter a la gente a sus intereses y les imponen objetivos falsos. No podemos hablar de ninguna unidad del alma y la mente si ésta se lanza a perseguir un espejismo seductor y el alma aspira a algo totalmente opuesto.
Para colmo, las personas están tan ocupadas y preocupadas por realizar diferentes trabajos para los péndulos que, simplemente, no tienen tiempo para sentarse y reflexionar tranquilamente sobre sus verdaderos deseos”.

 PROTOCOLO DE PRÁCTICA
Peregrina(o):
 Es imprescindible que especialmente dediques algún tiempo para recordar qué quería tu alma cuando eras niño/a. Siéntate y reflexiona tranquilamente sobre:

Ø  ¿Qué te gustaba?
Ø  ¿Qué deseabas?
Ø  ¿Qué te atraía de verdad y a qué tuviste que renunciar con el tiempo?

Hazte la pregunta: tu antiguo objetivo

ü  ¿Todavía sigue atrayéndote como antes?

Reflexiona sobre:

Ø  ¿Qué es lo que realmente quieres, a pesar de todo?
Ø  ¿No sería falso ese objetivo?
Ø  ¿Realmente lo deseas con toda el alma o solamente te gustaría desearlo?

Nuevamente, interrógate a ti mismo/a:
Ø  ¿Qué es lo que realmente quiero?
Ø  ¿Qué hay en mi alma que me llame, que me impulse?
Ø  ¿En qué quiere mi alma ser original?
Ø  ¿Qué es lo que mi alma quiere a través de mi mente?
Ø  ¿Cuánto de mi alma estoy dispuesto/a a recibir y a permitir que sea expresada a través de mi mente?
Ø  ¿En este momento de mi vida, estoy haciendo lo que tengo que hacer o lo que quiero hacer?
Ø  ¿En este momento de mi vida sé no sólo por qué estoy haciendo lo que estoy haciendo, sino también para qué lo estoy haciendo?
Ø  ¿La respuesta a la interrogante anterior se corresponde a lo que de verdad quiero ser, tener y hacer?

Una vez más:
¡Oh, cada vez que miro en mi alma, y cada vez que me permito sentirla, lo que realmente quiero es………..
¡Alma, revélame el propósito para mí!..........                                

Entonces, no le temas a tu alma, sino que desea abrazarla. Tócala, siéntela, conócela, danza con ella, canta con ella, mírala con inocencia, siéntela plenamente y pregúntale ¿qué es lo que realmente quiero?............

¡Brindemos Peregrina/o porque hoy decidimos dejar de perseguir espejismos seductores!



                                                ¡Un gato jamás se convertirá en león!
                       ¡Así se mire todos los días en el espejo!

domingo, 12 de octubre de 2014

UNIDAD DEL ALMA Y LA MENTE


Nuestro estado de Ser Peregrino/a: cuando alma y mente son uno y no dos

“En el Transurfing, la realización de una variante (tu objetivo vital trascendente) se efectúa cuando la energía está modulada por los pensamientos de la persona en la unidad total de su alma y su mente”.
                                                                                      Vadim Zeland

Quizá el hilo conductor de todos los principios y postulados del Modelo del Transurfing de la Realidad, sea el de la unión del alma y la mente de los aprendices a peregrinos. Al respecto, dice Vadim Zeland en su segundo libro “El susurro de las estrellas de madrugada”, capítulo III, lo siguiente, que es muy revelador:
“El alma viene a este mundo como un niño, extendiendo con credulidad sus manitas. Pero luego resulta que el mundo está usurpado por los péndulos que le han convertido en una jungla. Los péndulos enseguida intentan inculcar al alma que aquí nadie la esperaba, que en este mundo todos deben luchar por su lugar bajo el sol y pagar tributo a los péndulos. A la ingenua y espontánea alma de inmediato quieren ponerla en su lugar. Le inculcan que sus deseos no interesan a nadie, que en el mundo hay más sufrimientos que alegría, que sólo hay fiestas en los días establecidos, que para ganar un pedacito de pan uno debe trabajar obstinadamente. Ya está... las orejas se agachan, la tristeza le rezuma en lágrimas por los ojos. O crece su indignación. ¡Eso no está bien, eso no es justo!
Se le eriza el pelo. Al alma le parece que la elección puede ser sólo una: ya arrastrarse abatidamente por el camino imbuido por los péndulos, ya arañar desesperadamente todo y a todos intentando conseguir lo de uno.
Los péndulos se apoderan de la mente de un individuo en todos niveles: mental, emocional y energético. La concepción del mundo corriente de una persona y sus reacciones conductistas se forman precisamente por los péndulos.
La persona piensa y actúa para beneficio de ellos. El alma tras de la mente cae en la funda de los condicionamientos. El condicionamiento se revela literalmente en todo. El hombre está obligado a resignarse a la multitud de limitaciones y cumplir su papel asignado en un juego impuesto. En tales condiciones el alma se relega poco a poco a segundo plano y la mente coge las riendas del gobierno en sus manos.
La mente educa al alma como a un niño pequeño e insensato: «Yo sé mejor que tú lo que hay que hacer, y tus estúpidos balbuceos son absolutamente inútiles».
La mayoría de la gente ha convertido su alma en una criatura asustada, privada de todos los derechos, que se ha escondido en un rincón y observa con tristeza en los ojos lo que hace la mente desenfrenada. A veces surgen momentos de acuerdo entre el alma y la mente. En estos momentos el alma canta y la mente se frota las manos con satisfacción. Pero eso ocurre muy rara vez. La mayoría de las veces la unidad del alma y la mente se consigue en el rechazo, miedo y odio”

PROTOCOLO DE PRÁCTICA
Peregrina/o, ahora te propongo que te formules las siguientes interrogantes de consciencia lúcida a la luz de las palabras de Vadim Zeland:

ü  ¿Cuántas veces tú has pagado tributo a los péndulos, o políticos, o religiosos, o sociales?
ü  ¿Has trabajado obstinadamente en tu vida tratando de conseguir lo tuyo?
ü  ¿Hoy te has resignado a la multitud de limitaciones y a cumplir tu papel asignado por el juego impuesto por los péndulos?
ü  ¿Tu alma está relegada a un segundo plano y tu mente está gobernando tu vida?
ü  ¿Has convertido a tu alma en una criatura asustada, privada de todos los derechos, que se ha escondido en un rincón y observa con tristeza en los ojos lo que hace tu mente desenfrenada?
ü  ¿Recuerdas algún momento de acuerdo entre tu alma y tu mente?
ü  ¿Ha habido ocasiones en las que la unidad del alma y la mente la conseguiste a través del rechazo, el miedo y el odio?
ü  ¿Recuerdas algún momento en que tu alma haya cantado y tu mente se haya frotado las manos?


¡Brindemos Peregrina/o, porque hoy nuestras almas cantan y nuestras mentes se frotan las manos!


domingo, 5 de octubre de 2014

LA PAZ YA ESTÁ EN MI


Fragmento de diálogo extraído de las conversaciones del Peregrino del Transurfing  con sus nietos:

-Nietos: Abuelo, ¿Cómo es eso de “conseguir la paz”?
-Peregrino: La paz realmente no se consigue allí afuera
-Nietos: Y, entonces, ¿Dónde se consigue?
-Peregrino: la paz, tal como la entendemos los Peregrinos del Transurfing, es claramente una cuestión interna
-Nietos: ¿Una cuestión interna?
-Peregrino: Sí, la paz ya está en mí y yo la extiendo a todas partes. La paz no se encuentra en las cosas, no consiste en conseguir relaciones, dinero, propiedades, títulos, honores, reconocimiento. La paz no está en aquello que miran mis ojos, la paz no está allí, afuera. La paz está en mí desde cuando fui concebido y desde cuando nací. La paz la encuentro cuando me encuentro a mí mismo en la unión de mi alma y mi mente. Yo soy Paz, yo fui creado en la Paz porque mi Fuente (Dios) es Amor y Paz.
Y como soy Paz y ya tengo La Paz, en mí no hay miseria, ni conflicto, ni dolor, sufrimiento, rabia, corrupción, preocupación, infelicidad, infidelidad, traición, deslealtad, envidia ni maldad.
Si veo un mundo conflictivo, mi Paz desaparece.
Si veo un mundo pacífico, mi mundo conflictivo desaparece

Peregrina/o

¡Brindemos porque en este instante de paz nos subimos a la ola de nuestra realidad y surfeamos hacia la mágica playa de nuestra satisfacción!