domingo, 28 de febrero de 2016

“ENEMIGO MÍO”


“Cómo deslizarse a través de la realidad”

«Enemigo mío»
Martin Buber:
Yo y Tú
Enemy Mine (USA, 1985) Dirección: Wolfgang Petersen.
I n t é r p r e t e s: Dennis Quaid (Davidge), Louis Gosset jr. (El "drac"), Bumper Robinson (el pequeño Zammis). Guión: Edward Khmara, según una historia de Barry Longyear. Producción: 20th Century Fox. Duración: 89 min.

“A finales del siglo XXI la especie humana ha extendido su dominio más allá de su propia galaxia. Pero en su expansión ha tropezado con los «dracs», una especie alienígena que le disputa la conquista espacial. Con este motivo, humanos y «dracs» se han declarado una guerra sin cuartel.
Durante una escaramuza aérea, un piloto humano (llamado Davidge) y otro «drac» se enzarzan en un duelo personal que les conduce accidentalmente hasta Firine IV, un planeta inexplorado y lleno de desconocidos peligros. Aislados de todo vestigio de civilización, los dos seres proseguirán su enfrentamiento...
Rodada en gran parte en Lanzarote, la película nos va a llevar a recorrer un proceso en la relación entre dos seres, en principio condenados a desconocerse y a odiarse mutuamente. Para ello sabrá combinar una historia intimista (de sólo 2 personajes) y un espectáculo lleno de acción y efectos especiales.
Los dos enemigos –al quedar aislados en un mismo lugar y en la necesidad de luchar por su supervivencia– van descubriendo que son muchas más –y, sobre todo, más importantes– las cosas que los unen que las que los separan.
El tema, por supuesto, no es original y ya tiene numerosos antecedentes en la literatura (Robinson Crusoe, por no ir más lejos) y en el cine (Infierno en el Pacífico).
Resulta especialmente significativa la secuencia (clave en la película) en que los dos protagonistas mantienen un debate ideológico durante la lluvia de meteoritos: la defensa que cada uno sostiene de las causas que les llevaron a la guerra suena, sencillamente, ridícula.
El planteamiento, desde luego, es demoledor: la mayoría de los seres humanos, tantas veces enfrentados por prejuicios y por cuestiones que parecen trascendentales y sublimes, tienen en esencia unos objetivos vitales tan similares que el entendimiento mutuo –libre por fin de cualquier retórica (social, política, religiosa, nacional...) – sería un hecho no sólo probable, sino absolutamente seguro. E incluso –en ocasiones– trenzado con la amistad.
Martin Buber:
Yo y Tú
EL TIEMPO DEL PEREGRINO

v No tengo tiempo para debilitarme por lo que hacen o dejan de hacer mis semejantes.

v No tengo tiempo para pasar la mayor parte de mi vida ofendido por algo o por alguien.


v No tengo tiempo para querer tener claridad en todo,  todo el tiempo.

domingo, 21 de febrero de 2016

EL PEREGRINO ALCANZA EL MUNDO DE LA RELACIÓN


“Cómo deslizarse a través de la realidad”

“Para el ser humano el mundo es doble, según su propia actitud ante él. La actitud del ser humano es doble según la duplicidad de las palabras básicas que él puede pronunciar. Una palabra básica es el par Yo-Tú. La otra palabra básica es el par Yo-Ello.
El Yo de la palabra básica Yo-Tú es distinto del de la palabra básica Yo-Ello.
En cuanto experiencia, el mundo pertenece a la palabra Yo-Ello. La palabra básica Yo-Tú funda el mundo de la relación.
Tres son las esferas en las que se alcanza el mundo de la relación.
La primera: la vida con la naturaleza.
La segunda: la vida con el ser humano.
La tercera: la vida con los seres espirituales.
Relación es reciprocidad. Cuando estoy ante un ser humano como un Tú mío, él no es una cosa entre cosas: este ser humano no es Él o Ella.
El Tú me sale al encuentro por gracia —no se le encuentra buscando. Me sale al encuentro y entro en relación inmediata con él. Toda vida verdadera es encuentro.
Mi Tú me afecta a mí como yo le afecto a él. Vivimos incluidos en una fluyente reciprocidad universal.
El ser humano se torna Yo en el Tú. En fin, con toda la seriedad de la verdad, escucha esto: sin el Ello no puede vivir el ser humano. Pero quien vive solamente con el Ello no es ser humano.»
                           Martin Buber (1878-1965) Yo  y Tú (1923), Esprit, Madrid, 1992

El Tiempo del Peregrino del Transurfing:

v No tengo tiempo para hacerme ilusiones acerca de mi mismo, ni para tener sueños de grandeza.

v No tengo tiempo para permitirme perder ni una sola vuelta del camino.

v No tengo tiempo para ser persona individual o persona social. Sólo sé que soy una colección de historias apropiadas, cada una de ellas, según la situación que estoy viviendo.


domingo, 14 de febrero de 2016

“EL ESTAR DOS-EN-RECÍPROCA-PRESENCIA”


“Cómo deslizarse a través de la realidad”

“El hecho fundamental de la existencia humana no es ni el individuo en cuanto tal ni la sociedad en cuanto tal. Ambas cosas, consideradas en sí mismas,  no pasan de ser formidables abstracciones.
El hecho fundamental de la existencia humana es el hombre con el hombre.
Un ser humano busca a otro ser humano concreto, y se comunica con él en una esfera común a los dos pero que sobrepasa al campo propio de cada uno.
Esta esfera, plantada con la existencia del hombre como hombre, la denomino esfera del "entre".
Podemos aproximarnos a la respuesta de la pregunta   «¿Qué es el hombre?» si acertamos a comprenderlo como el ser en cuya dialógica, en cuyo "estar dos-en-recíproca-presencia" se realiza y se reconoce cada vez el encuentro del "uno" con el "otro".»


                         — Martin Buber ¿Qué es el hombre? (1942) FCE, México, 1984

domingo, 7 de febrero de 2016

EL POTENCIAL EXCESIVO DEL PEREGRINO


“Cómo deslizarse a través de la realidad”

“Las personas se crean para sí problemas y obstáculos y luego se esfuerzan por superarlos.
En contraposición con el punto de vista general, el Transurfing demuestra que las causas de los problemas están en un plano completamente aparte.

¿Cómo excluir los problemas de la vida?”

                                                                                                      Vadim Zeland

¡Cuídate sin preocupante!
·         El potencial excesivo surge sólo si a la valoración se le atribuye especial significación.
·         Sólo lo que tiene importancia para ti concretamente proporciona tu energía a tu valoración.
·         La magnitud del potencial aumenta si la valoración altera la realidad.
·         La actitud de las fuerzas equiponderantes está orientada hacia la eliminación del potencial excesivo.
·         La actitud de las fuerzas equiponderantes es con frecuencia lo opuesto de la intención que creó este potencial.
·         Al alquilarte pon en funcionamiento a tu Celador interior, quien ha de vigilar para que cuanto hagas sea impecable.
·         El descontento y la reprobación siempre vuelven a las fuerzas equiponderantes contra ti.
·         Es necesario reemplazar por una transmisión positiva las reacciones negativas a las que estés acostumbrado.
·         El amor absoluto es la admiración sin derecho de posesión ni adoración.
·         El planteamiento de condiciones y la comparación causan las relaciones de dependencia.
·         Las relaciones de dependencia crean potenciales excesivos.
·         La idealización y la sobrevaloración siempre terminan por derribar mitos.
·         Para lograr un amor mutuo, es imprescindible renunciar al derecho de poseer.
·         El desprecio y la vanidad se pagan infaliblemente.
·         Libérate de tu necesidad de confirmar tu superioridad.
·         El propósito de ocultar tus defectos produce un efecto retroactivo.
·         Cualquier insuficiencia propia se compensa con las cualidades que te caracterizan.
·         Cuanto mayor es la relevancia atribuida a un objetivo, menor es la probabilidad de lograrlo.
·         Los deseos, libres de potenciales de relevancia y dependencia, se cumplen.
·         Renuncia al sentimiento de culpabilidad y a la obligación de justificarte.
·         Para renunciar al sentimiento de culpabilidad es suficiente que te permitas ser tú mismo/a.
·         Nadie tiene derecho a juzgarte. Tienes derecho a ser tú mismo/a.
·         El dinero viene por sí solo, como atributo acompañante, por el camino hacia el objetivo.
·         Recibe el dinero con amor y atención y despídete de él sin arrepentimiento.
·         Renunciando a la importancia externa e interna obtienes la libertad de elección.
·         El único obstáculo, a la hora de cumplir tus deseos, es la relevancia.
·         No superes los obstáculos: disminuye la importancia.

·         Cuídate sin preocupante.