domingo, 10 de mayo de 2015

LOS LÍMITES DEL ALMA HUMANA


En el centro de la persona que somos (Rafael Echeverría diría: “del observador que somos”) hay un núcleo “duro” y, por lo general, estable. Él está conformado por diversos elementos (distinciones, juicios, emociones, posturas, etc.) que definen una manera de estar-en-el-mundo; una determinada manera de pararse en la vida, una forma particular de hacer sentido (de tener consciencia) de lo que nos acontece y de la cual derivan patrones estables de interpretación y comportamiento. En ese núcleo reside lo que llamamos el alma humana., esa forma particular de ser que nos caracteriza a cada individuo y que llevamos con nosotros de una situación de vida a otra. La capacidad de transformación y de acción de nuestra alma, de nuestra forma particular de ser, no es infinita. Tiene límites. En esta entrada, de la mano de Rafael Echeverría, abordaremos algunos de estos límites.

ANTROPOTÉCNICA PARA ESTAR CONSCIENTE DE SER


REFLEXIONA SOBRE TUS LÍMITES

Ø  ¿Cuáles crees tú que son tus cegueras físicas, emocionales y cognitivas?

Ø  ¿Si a ti te dieran la oportunidad en este mundo, qué cosas permitirías, qué prohibirías y a qué cosas obligarías? (Tus obstáculos morales)

Ø  ¿A qué principios y valores someterías tus comportamientos y tus resultados en este mundo? (Tu Ética)

Ø  ¿A qué principios y valores someterías los comportamientos y los resultados de los demás miembros del mundo donde vives y  donde trabajas? (La Ética de los otros)

Ø  ¿Qué acción o acciones has realizado en este mundo que te haya provocado el sentimiento de culpa o de vergüenza?

Ø  ¿Según tu juicio qué tipo o tipos de comportamiento son claramente inaceptables dentro del mundo en el que vives? (Tu línea del bien y del mal)

Ø  ¿Cuáles comportamientos sí son aceptables? (Tu línea del bien y del mal)


Ø  ¿Tú podrías decir, en relación a las personas que existen en este mundo,  que algunas son “buenas” y otras “malas”; que algunas son “aceptables” y otras “inaceptables”?

Ø  ¿Crees que a las personas malas, inaceptables, repugnantes, hay que rechazarlas, combatirlas y, si es necesario, eliminarlas?


Ø  ¿Cuando estás existiendo en este mundo, a qué le tienes miedo, rabia o de qué sientes culpa o remordimiento?

Ø  ¿Tú crees que el miedo, la culpa o la rabia que algunas veces sientes en tu mundo, te abren o te cierran posibilidades personales o profesionales?

Ø  ¿Los límites que te “pones” a ti mismo/a o los que les “pones” (o impones) a los demás te abren o te cierran posibilidades y oportunidades? ¿Te dan poder o te quitan poder?


Ø  En este mundo:
¿Qué te hace reír?
¿Qué te hace llorar?
¿Qué te hace sonrojar?

COMPARTE TUS LÍMITES

Anota todo aquello de “lo que te das cuenta”, de lo que “eres consciente”, en una libreta aparte y comparte las respuestas a tus reflexiones con las personas de tu entorno (familiar, comunitario, laboral, social)
ü  ¿Después de compartir con los demás que sientes, qué piensas, de qué te ríes, eres consciente de qué?

COLABORA CON LA CONSCIENCIA DE LOS DEMÁS

Apoya, ayuda a alguien de tu entorno para que “se dé cuenta” de que  la capacidad de transformación y de acción de nuestra alma, de nuestra forma particular de ser, no es infinita. Tiene límites

COMPROMÉTETE

ü  ¿En este momento a qué te comprometes contigo mismo/a, con tu alma?
ü  ¿A qué te comprometes con los demás, con el alma de los demás?

Así resulta que actúas conscientemente y tú misma/o determinas el guión del juego.
La vida es una fiesta alegre, si uno es consciente y se lo permite. Tranquilamente y sin insistir, toma lo tuyo.

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