EL CARÁCTER SAGRADO DEL ALMA HUMANA

“Cuando aceptamos el carácter misterioso de las cosas, del mundo y de nosotros mismos, cuando, en otras palabras, reconocemos que no podemos acceder al ser de las cosas, del mundo y de nosotros mismos, ello nos conduce a reconocer también el carácter profundamente misterioso y sagrado de las cosas”.

Rafael Echeverría

ANTROPOTÉCNICA PARA ESTAR CONSCIENTE DE SER

REFLEXIONA SOBRE

ü  ¿Tú vives hoy con la ilusión de que nos conocemos, que conocemos a los demás y, por sobre todo, que nos conocemos a sí mismos?

ü  ¿Crees que tu vida es un ámbito de construcción del ser que eres?

ü  ¿La vida es un proceso en el que el ser deviene, se transforma, o es inmutable, no cambia?

ü  ¿Estás segura/o de que te conoces plenamente a ti misma/o?

ü  ¿Te gustaría aprender a sospechar del conocimiento sobre ti misma/o?

ü  ¿Serías capaz de invocar que nadie sabe más de ti que tú misma/o?

ü  ¿En este momento estás dispuesta/o a reconocer el carácter misterioso y sagrado de tu vida?

ü  ¿Crees tú que la posibilidad de conocerte, de estar plenamente consciente, está cerrada o está abierta para ti?

COMPARTE

Anota todo aquello de “lo que te das cuenta”, de lo que “eres consciente”, en una libreta aparte y comparte las respuestas a tus reflexiones con las personas de tu entorno (familiar, comunitario, laboral, social)

ü  ¿Después de compartir con los demás que sientes, qué piensas, de qué te ríes, eres consciente de qué?

COLABORA CON LA CONSCIENCIA DE LOS DEMÁS

Apoya, ayuda a alguien de tu entorno para que “se dé cuenta” de que  no podemos acceder al ser de las cosas, del mundo y de nosotros mismos. De que la vida, sus vidas, son misteriosas y sagradas.

COMPROMÉTETE

ü  ¿En este momento a qué te comprometes contigo mismo/a, con el carácter sagrado de tu alma?

ü  ¿A qué te comprometes con los demás, con el carácter sagrado del alma de los demás?

Así resulta que actúas conscientemente y tú misma/o determinas el guión del juego.

La vida es una fiesta alegre, si uno es consciente y se lo permite. Tranquilamente y sin insistir, toma lo tuyo.