domingo, 25 de mayo de 2014

LA SINCERIDAD DE LA INTENCIÓN DEL PEREGRINO/A DEL TRANSURFING


La declaración Sincera significa instalación del vector de la atención y de la intención en el objetivo, y la reproducción de formas mentales y de diapositivas o películas del objetivo vital trascendente

Antes de entregar la entrada del día de hoy, te expongo aquí una excelente definición de lo que significa el Transurfing de la Realidad:

El Transurfing no es un nuevo método de crecimiento personal sino una manera de pensar y de actuar para conseguir lo que tú quieres. Para eso, no se trata de luchar contra uno mismo/a o de cambiar algo en sí mismo/a, sino más bien de volver a lo que realmente somos, al santuario de nuestra propia alma.


 Y ahora sí vamos con nuestra entrada del día de hoy:

La herramienta básica del Modelo del Transurfing es la visualización del objetivo vital trascendente y de los procesos encaminados hacia la realización material de ese objetivo. El primero se puede definir como la declaración de la intención, el segundo como una confirmación de que ya estoy logrando la intención. Ya, en este instante y en todos los instantes, estoy logrando tener lo que quiero para mí. La declaración significa instalación del vector de la atención y de la intención en el objetivo, y la reproducción de formas mentales y de diapositivas o películas del objetivo. Confirmación: es una prueba constante de que el proceso continúa, las cosas se están moviendo, todo me sale bien, las puertas se me abren, estoy logrando lo que quiero. Se trata de una especie de "auto-ayuda" o incluso "auto-persuasión", que realmente funciona. Así deliberadamente crea y reproduce constantemente su propia película.

                                                                                    Vadim Zeland

Declaración + Confirmación

Este es el esquema – Declaración + Confirmación- es una forma universal de gestión de la realidad individual y de la sociedad. Tú proclamas tu declaración creadora, muestras tu objetivo vital, seleccionas tu credo personal y ahora hacia adelante, a moverte impasible por la corriente de las variantes bajo la bandera de tu declaración y el sonido de tu marcha constante que te indica: “Estoy en el camino correcto”
                                                                                      
PROTOCOLO DE PRÁCTICA


Ahora bien, aquí surgen unas interrogantes:
ü ¿Cuándo es que no estás en el camino correcto?
ü ¿Cuándo es que todo no te sale bien?
ü ¿Cuándo es que no se te abre ninguna puerta?
ü ¿Por qué piensas y sientes que no estás logrando nada, o que estás logrando muy poco?
ü En definitiva: ¿Cuándo es que pierdes el equilibrio y dejas de ser el Peregrino Impasible?
Existen miles de pensamientos, sentimientos y comportamientos que las personas manifiestan en su vida diaria que fácilmente las hacen perder el equilibrio y abortar la formula básica del Transurfing: su  declaración y su confirmación se caen al agua y hacen que las personas chapoteen en vez de estar surfeando las olas de su suerte. En la mayoría de las entradas de este blog he tratado más adecuadamente estos movimientos energéticos desequilibrantes.

Hoy deseo entregarles una reflexión acerca de la “sinceridad de la intención” de las personas que están practicando el Transurfing o, por lo menos, lo están intentando”.
Consideremos tres tipos de sinceridades. Vamos a dejarnos guiar por Bárbara Ann Brennan en su libro “Hágase la Luz”. Ella habla de tres clases de seres:
ü La máscara o el impostor
ü El ser inferior
ü El ser superior

En sus propias palabras:La diferencia principal entre el ser superior, el ser inferior y la máscara reside en el establecimiento de la intención subyacente sobre la que se basa cada uno, y en la cualidad de la energía presente en cualquier interacción que resulte de la intención subyacente”. Lo más desconcertante de muchas interacciones humanas es que son distintas según la intención que se oculta tras ellas. Las palabras que pronunciamos pueden emanar de cualquiera de los tres focos de intención: el ser superior, el ser inferior o la máscara. Las propias palabras pueden decir una cosa, pero significar otra. Por ejemplo:

v La máscara o el impostor quiere decir: «Somos amigos mientras yo sea el bueno, y tú no debes desafiar nunca la ilusión de que yo soy el bueno». “Yo me ocupo de mí, no de ti”

v El ser inferior dice: «Somos amigos sólo hasta que yo lo permita. A partir de entonces, ¡vigila! No te acerques mucho, porque te utilizaré para conseguir lo que quiera y para evitar mi dolor. Si te acercas demasiado a mí o a mi dolor, o tratas de impedir que consiga lo que quiera, me libraré de ti». (En este caso, librarse designa cualquier cosa que haga falta para detener a la persona. Podría referirse simplemente a no hablar con ella, o a superarla en una discusión o una demostración de fuerza, o podría llegar hasta el extremo de librarse físicamente de ella.)

v El ser superior es sincero cuando afirma: «Somos amigos».

De estas tres intenciones subyacentes, la del Ser Superior es la que se refiere al éxito del Peregrino del Transurfing. En cuanto a la máscara y al ser inferior, tarde o temprano, se quedan atascados en la corriente de las variantes dando manotazos y llorando su desgracia para ellos incomprensible.

Ahora te propongo la siguiente práctica:
Durante los próximos siete días te vas a dedicar a observar o a atestiguar, conjuntamente con tu Celador:

1.   Si entre tus amigos (as) alguno/as es máscara, es ser inferior o ser superior, según y como lo hemos concebido en esta entrada del blog.

2.   Si tú, como amigo o amiga, eres máscara, ser inferior o ser superior, sé completamente sincero/a al descubrir el tipo de ser que eres. No importa lo que descubras, al hacerlo te estás encaminando a convertirte en el Peregrino del Transurfing, si es que ya no lo eres.

Peregrina/o:

¡Brindemos hoy porque desde cuando nos conocimos “Somos amigos”! 


¡Y así será siempre!
Recuerda Peregrina/o:

El Transurfing no es un nuevo método de crecimiento personal sino una manera de pensar y de actuar para conseguir lo que tú quieres. Para eso, no se trata de luchar contra uno mismo/a o de cambiar algo en sí mismo/a, o de cambiar al mundo, sino más bien de volver a lo que realmente somos, al santuario de nuestra propia alma.

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