La intención puede ser
toscamente descrita como la determinación a tener y
actuar.
Para controlar tu realidad, necesitas controlar tus pensamientos. Declara claramente tu intención
al Universo y enfócate en tu objetivo vital trascendente. Sin embargo, esto
no significa que debas estar enfocado/a en tu objetivo vital 24 horas los 7 días, porque esto llevará a una
resistencia. Es importante que dejes ir. Si permites a tu mente “dormir”, hazlo
con la consciencia de que tu mente está durmiendo porque tú lo permitiste y
cada segundo puedes volver a enfocarte en tu objetivo. Controlar tu mente es un trabajo duro, pero tienes que hacerlo.
Vadim Zeland
PROTOCOLO DE PRÁCTICA
En general, los
pensamientos surgen y mueren. Piensas todo el tiempo. La mayoría de las cosas en las que piensas no tienen ninguna influencia
alguna sobre tu realidad. Simplemente piensas debido al hábito. Ahora, si quieres ver cambios rápidos a mejor en
tu vida, aprende a controlar tus pensamientos. Declara en voz alta tus
intenciones. Cada mañana, a manera de práctica, puedes declarar poderosos pensamientos como
los siguientes:
ü ¡Cada día, a cada instante, aprendo a
controlar mis pensamientos porque tengo la intención de querer ver cambios rápidos a mejor en mi vida!
ü
“En mi cerebro hay instalado
un programa de auto-desarrollo. Mi cerebro se desarrolla y mejora todo el tiempo.
Nuevas comunicaciones entre los hemisferios se crean. Ambos hemisferios funcionan adecuadamente, armoniosamente, sincronizadamente.
ü Ideas brillantes me vienen. Pienso de una manera nueva y original. Las reservas cerebrales están activadas
y ahora mi cerebro está activo a más del 90% de su capacidad total.
Mi inteligencia se hace más poderosa cada día y así fácilmente resuelvo cualquier problema. Mi
conciencia se aclara – todo para mí es transparente y es simple.
ü
Comprendo
claramente todo y expreso claramente todo.”
¡Crea tales declaraciones para todas tus intenciones y nunca olvides
repetirlas diariamente!
Recuerda, cuando hacemos declaraciones no hablamos acerca del mundo, generamos un mundo
nuevo para nosotros. La palabra genera
una realidad diferente. Después de haber dicho lo que se dijo, el mundo ya
no es el mismo de antes. Éste fue
transformado por el poder de la palabra. De allí que yo las denomine declaraciones creadoras, generadoras o
transformadoras. Las declaraciones
creadoras nos acercan a lo que comúnmente asociamos con el poder de los dioses. Son la
expresión más clara del poder de la palabra, de que aquello que se dice se transforma en realidad; que la
realidad se transforma siguiendo la
intención de quien habla.
Peregrina/o:
¡En este instante hacemos uso del poder de los dioses: generamos mundos nuevos
para nuestras existencias!
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