“Cuanto más te encuentras atrapado
por los péndulos, más te odiarás a tí mismo y adorarás a otros. Disminuir tu propia importancia para elevar
la importancia de alguien es potencial excesivo. La importancia externa
ocurre cuando yo creo que el patrón establecido por alguien, es la cumbre de la
perfección. La importancia interna ocurre cuando yo me descuido a mí mismo para
seguir los patrones de otro. Para amarte a ti mismo – deja de adorar a los
demás y acéptate a ti mismo. ¿Cómo te
estás impidiendo crear tus propios patrones? Deja que los demás te sigan”
Vadim Zeland
A propósito de los péndulos (ideológicos, religiosos, históricos,
publicitarios, etc.), el modelo del Transurfing nos muestra su consigna subyacente:
“LUCHA Y HAZ COMO YO”
Desde tu nacimiento, dice Vadim Zeland, “los péndulos te han
señalado tu sitio en este mundo. Te han impuesto el patrón de ideología, te han
explicado las reglas del juego, te han adjudicado un papel y, de este modo, te
encarcelaron en la funda de la condicionalidad. Y al mismo tiempo te expidieron
una falsa declaración de independencia, según la cual puedes elegir. Te
colgaron de un hilo, como a una marioneta, y te “soltaron”, diciendo: “Desea lo que quieras, consíguelo como
quieras”. Empiezas a agitarte en el hilo y a conseguir, pero sin resultado.
Entonces se te da a entender que debes luchar más obstinadamente aún contra ti
mismo y contra el mundo para conquistar tu lugar bajo el sol. Así son las reglas de los péndulos: “Lucha
y haz como yo”.
No obstante el
Transurfing de la Realidad nos dice qué hacer para dejar de ser marionetas de
los péndulos:
PARA OBTENER LA LIBERTAD
“Sólo aprovechaste la
libertad de participar en la lucha. Sí, eso también
es una elección. Siempre consigues lo
que eliges: es una ley irrevocable. En la lucha de los péndulos, el hombre
no es capaz de alcanzar la victoria; sólo puede recibir un premio, pero muy
poca gente llega a eso. La tarea de los
péndulos consiste en ocultar la libertad verdadera. En realidad nadie puede
obligarte a participar en la lucha.
Sólo pueden inculcarte que no existe
otra elección. Y realmente es así: no
hay otra salida en tanto que agarres el hilo de la importancia.
Para obtener la libertad
es imprescindible renunciar a la importancia: no dar excesivo significado a nada, ni
en tu interior ni en tu exterior. En la mayoría de los casos, para quitar la importancia basta con que
despiertes y cambies conscientemente tu actitud. Todos estamos durmiendo
despiertos y cumplimos nuestros papeles mecánicamente. La profundidad de
nuestro sueño, de nuevo, es proporcional a la significación que damos a todos
los atributos del juego, por tanto somos
prisioneros de nuestra importancia.
PROTOCOLO DE PRÁCTICA
Declaración Creadora sobre el amor a mí mismo:
¡Yo soy el creador de mi vida. ¡Ahora mismo mejoro mi propio ser!
¡Rompo los hilos que me convierten en marioneta y soy
feliz!
¡Dejo que los demás me sigan!
Si yo no me amo a mí mismo/a, nadie
nunca me amará. Más aún, yo nunca seré feliz. Cada conflicto entre mi mente y
mi alma se muestra negativamente en mi apariencia física y en mi carácter. Como
consecuencia, me muevo cada vez hacia peores líneas vitales. Antes de buscar
cualidades o defectos en los demás, mejoro
mi propio ser.
Ahora mismo me doy cuenta, estoy
consciente y siento con todo mi ser cómo los péndulos mi obligan a
rechazar mi singularidad y a compararme con los demás. Sé que inevitablemente
fracasaré comparándome con los demás. Yo
soy mi propio ser y por ello, acepto mis fallos. Luego tomo mi derecho a ser el
creador amoroso de mi vida.
PEREGRINA/O:
¡Brindemos porque hoy hemos dejado de
ser marionetas de los péndulos y hemos comenzado a amarnos a nosotros mismos!
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