Nuestro estado de Ser Peregrino/a: cuando alma y mente son
uno y no dos
“En el Transurfing, la realización de una variante (tu
objetivo vital trascendente) se efectúa cuando la energía está modulada por los
pensamientos de la persona en la unidad total de su alma y su mente”.
Vadim Zeland
Quizá el hilo conductor de todos los principios y postulados del
Modelo del Transurfing de la Realidad, sea el de la unión del alma y la mente
de los aprendices a peregrinos. Al respecto, dice Vadim Zeland en su segundo
libro “El susurro de las estrellas de madrugada”, capítulo III, lo
siguiente, que es muy revelador:
“El alma viene a este mundo como un niño, extendiendo con
credulidad sus manitas. Pero luego resulta que el mundo está usurpado por los
péndulos que le han convertido en una jungla. Los péndulos enseguida intentan
inculcar al alma que aquí nadie la esperaba, que en este mundo todos deben
luchar por su lugar bajo el sol y pagar tributo a los péndulos. A la ingenua y
espontánea alma de inmediato quieren ponerla en su lugar. Le inculcan que sus
deseos no interesan a nadie, que en el mundo hay más sufrimientos que alegría,
que sólo hay fiestas en los días establecidos, que para ganar un pedacito de
pan uno debe trabajar obstinadamente. Ya está... las orejas se agachan, la
tristeza le rezuma en lágrimas por los ojos. O crece su indignación. ¡Eso no
está bien, eso no es justo!
Se le eriza el pelo. Al alma le parece que la elección puede ser
sólo una: ya arrastrarse abatidamente por el camino imbuido por los péndulos,
ya arañar desesperadamente todo y a todos intentando conseguir lo de uno.
Los péndulos se apoderan de la mente de un individuo en todos
niveles: mental, emocional y energético. La concepción del mundo corriente de
una persona y sus reacciones conductistas se forman precisamente por los
péndulos.
La persona piensa y actúa para beneficio de ellos. El alma tras
de la mente cae en la funda de los condicionamientos. El condicionamiento se
revela literalmente en todo. El hombre está obligado a resignarse a la multitud
de limitaciones y cumplir su papel asignado en un juego impuesto. En tales
condiciones el alma se relega poco a poco a segundo plano y la mente coge las
riendas del gobierno en sus manos.
La mente educa al alma como a un niño pequeño e insensato: «Yo
sé mejor que tú lo que hay que hacer, y tus estúpidos balbuceos son absolutamente
inútiles».
La mayoría de la gente ha convertido su alma en una criatura
asustada, privada de todos los derechos, que se ha escondido en un rincón y
observa con tristeza en los ojos lo que hace la mente desenfrenada. A
veces surgen momentos de acuerdo entre el alma y la mente. En estos momentos el
alma canta y la mente se frota las manos con satisfacción. Pero eso
ocurre muy rara vez. La mayoría de las veces la unidad del alma y la mente se
consigue en el rechazo, miedo y odio”
PROTOCOLO DE PRÁCTICA
Peregrina/o, ahora te propongo que te formules las siguientes
interrogantes de consciencia lúcida a la luz de las palabras de Vadim Zeland:
ü ¿Cuántas veces tú has
pagado tributo a los péndulos, o políticos, o religiosos, o sociales?
ü ¿Has trabajado obstinadamente
en tu vida tratando de conseguir lo tuyo?
ü ¿Hoy te has resignado a la
multitud de limitaciones y a cumplir tu papel asignado por el juego impuesto
por los péndulos?
ü ¿Tu alma está relegada a
un segundo plano y tu mente está gobernando tu vida?
ü ¿Has convertido a tu alma
en una criatura asustada, privada de todos los derechos, que se ha escondido en
un rincón y observa con tristeza en los ojos lo que hace tu mente desenfrenada?
ü ¿Recuerdas algún momento de acuerdo entre tu alma y tu mente?
ü ¿Ha habido ocasiones en
las que la unidad del alma y la mente la conseguiste a través del rechazo, el
miedo y el odio?
ü ¿Recuerdas algún momento en que tu alma haya cantado y tu mente se haya
frotado las manos?
¡Brindemos Peregrina/o, porque hoy
nuestras almas cantan y nuestras mentes se frotan las manos!
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