Para conseguir la unidad del alma y la mente, dice Vadim Zeland en su libro “El susurro de las estrellas de
madrugada”: “primero es necesario determinar en qué, exactamente, debe conseguirse
esa unidad, lo que significa marcar nuestros objetivos. A pesar
de la aparente evidencia, el asunto no es nada trivial.
Como norma general, las personas saben con exactitud qué es lo
que no quieren, pero les resulta difícil formular sus verdaderos deseos. Eso se
explica con el hecho de que los péndulos tienden a someter a la gente a sus
intereses y les imponen objetivos falsos. No
podemos hablar de ninguna unidad del alma y la mente si ésta se lanza a
perseguir un espejismo seductor y el alma aspira a algo totalmente opuesto.
Para colmo, las personas están tan ocupadas y preocupadas por
realizar diferentes trabajos para los péndulos que, simplemente, no
tienen tiempo para sentarse y reflexionar tranquilamente sobre sus verdaderos
deseos”.
PROTOCOLO DE PRÁCTICA
Peregrina(o):
Es imprescindible que
especialmente dediques algún tiempo para recordar qué quería tu alma cuando eras
niño/a. Siéntate y reflexiona tranquilamente sobre:
Ø
¿Qué te gustaba?
Ø
¿Qué deseabas?
Ø
¿Qué te atraía de verdad y a
qué tuviste que renunciar con el tiempo?
Hazte la pregunta: tu antiguo objetivo
ü
¿Todavía sigue atrayéndote como antes?
Reflexiona sobre:
Ø
¿Qué es lo que realmente quieres, a pesar de todo?
Ø
¿No sería falso ese objetivo?
Ø
¿Realmente lo deseas con toda el alma o solamente te gustaría
desearlo?
Nuevamente, interrógate a
ti mismo/a:
Ø ¿Qué es lo que realmente
quiero?
Ø ¿Qué hay en mi alma que me
llame, que me impulse?
Ø ¿En qué quiere mi alma ser
original?
Ø ¿Qué es lo que mi alma
quiere a través de mi mente?
Ø ¿Cuánto de mi alma estoy
dispuesto/a a recibir y a permitir que sea expresada a través de mi mente?
Ø ¿En este momento de mi
vida, estoy haciendo lo que tengo que hacer o lo que quiero hacer?
Ø ¿En este momento de mi vida
sé no sólo por qué estoy haciendo lo que estoy haciendo, sino también para qué lo estoy haciendo?
Ø ¿La respuesta a la
interrogante anterior se corresponde a
lo que de verdad quiero ser, tener y hacer?
Una vez más:
¡Oh, cada vez que miro en
mi alma, y cada vez que me permito sentirla, lo que realmente quiero es………..
¡Alma, revélame el propósito para mí!..........
Entonces, no le temas a tu
alma, sino que desea abrazarla. Tócala, siéntela, conócela, danza con ella,
canta con ella, mírala con inocencia, siéntela plenamente y pregúntale ¿qué es lo que realmente quiero?............
¡Brindemos Peregrina/o porque hoy
decidimos dejar de perseguir espejismos seductores!
¡Un gato jamás se convertirá en león!
¡Así se mire todos los días en el
espejo!
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