domingo, 8 de diciembre de 2013

¡ÉSTE ES EL SECRETO, SEGÚN EL TRANSURFING DE LA REALIDAD!


Dice Vadim Zeland que “nuestro mundo es un teatro de sueño donde Dios es un actor, director, guionista y productor. Nuestras decisiones son Sus Decisiones. Lo que nosotros sentimos y hacemos es lo que Dios siente y hace. Nuestra Alma es parte de Su Alma y en cada Alma Dios ha colocado una parte de Su intención. Luego él envía las Almas a su Sueño – nuestra realidad. A cada Alma le es dada la libertad para crear su propia realidad dependiendo de cómo de conscientes seamos. Pero al llegar aquí, en una forma física, olvidamos nuestra verdadera naturaleza y empezamos a vagar en esta realidad, recordando vagamente que vinimos aquí para crear una nueva vida. La gente ha olvidado que ellos están aquí no para servir a Dios sino para co-crear con Él.


¡ÉSTE ES EL SECRETO!

PROTOCOLO DE PRÁCTICA


Las declaraciones creadoras nos acercan a lo que comúnmente asociamos con el poder de los dioses. Son la expresión más clara del poder de la palabra, de que aquello que se dice se transforma en realidad; que la realidad se transforma siguiendo la intención de quien habla.

1º.- Expresa para ti las siguientes declaraciones creadoras:


Declaración Creadora como Hijo de Dios:

¡Recuerdo a cada instante que soy Hijo de Dios y estoy aquí en este mundo para co-crear con Él!

¡Gobernando mi mundo con mi INTENCIÓN EXTERNA yo cumplo las órdenes de Dios!

¡Mis decisiones son las decisiones de Dios. Lo que yo siento y hago es lo que Dios hace y siente. Mi alma es parte de Su Alma. Y en mi Alma Dios ha colocado una parte de Su Intención que es mi intención!


2º.- Para reforzar las Declaraciones Creadoras, Escucha, muy quedo, el siguiente Susurro de tu Celador:

Yo soy parte de Dios – yo soy un hijo de Él y mi vida es parte de Su sueño. Gobernando mi mundo con mi intención externa yo cumplo sus órdenes. Su intención se convierte en cualquiera que mi intención sea. ¿Entonces cómo puedo dudar yo que mi intención no vaya a ser cumplida? Sólo necesito permitirme tener. No rezo – sólo permito, sólo me permito. Cuando rezo es como si Dios se rezara a sí mismo. ¿Necesita rezar Dios? ¿Existe una criatura a quien Dios necesite rezar? Después de todo Él es Supremo. Del mismo modo, no rezo, no pido, no deseo.

¡Sólo INTENTO!, y

¡Éste es el secreto en la práctica del Transurfing!

Peregrina/o:

¡Estamos aquí para co-crear con Dios!



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