Dice Vadim Zeland que “nuestro mundo es un teatro de sueño donde
Dios es un actor, director, guionista y productor. Nuestras decisiones son Sus Decisiones. Lo que nosotros sentimos y
hacemos es lo que Dios siente y hace. Nuestra
Alma es parte de Su Alma y en cada Alma Dios ha colocado una parte de Su
intención. Luego él envía las Almas a su Sueño –
nuestra realidad. A cada Alma
le es dada la libertad para crear su propia realidad dependiendo de cómo de
conscientes seamos. Pero al llegar aquí, en una forma física, olvidamos
nuestra verdadera naturaleza y empezamos a vagar en esta realidad, recordando vagamente que vinimos aquí para
crear una nueva vida. La gente ha
olvidado que ellos están aquí no para servir a Dios sino para co-crear con Él.
¡ÉSTE ES EL SECRETO!
PROTOCOLO DE PRÁCTICA
Las declaraciones creadoras nos acercan a lo que comúnmente asociamos
con el poder de los dioses. Son la
expresión más clara del poder de la palabra, de que aquello que se dice se transforma en realidad; que la
realidad se transforma siguiendo la
intención de quien habla.
1º.- Expresa para ti las siguientes declaraciones
creadoras:
Declaración Creadora como Hijo de
Dios:
¡Recuerdo a cada instante que soy Hijo de Dios y estoy aquí en este
mundo para co-crear con Él!
¡Gobernando mi mundo con mi INTENCIÓN
EXTERNA yo cumplo las órdenes de Dios!
¡Mis decisiones son las decisiones de Dios. Lo que yo siento y hago es
lo que Dios hace y siente. Mi alma es parte de Su Alma. Y en mi Alma Dios ha
colocado una parte de Su Intención que es mi intención!
2º.- Para reforzar las Declaraciones Creadoras, Escucha, muy
quedo, el siguiente Susurro de tu Celador:
Yo soy parte de Dios – yo soy un hijo de Él y mi vida es parte de Su
sueño. Gobernando mi mundo con mi
intención externa yo cumplo sus
órdenes. Su intención se convierte en cualquiera que mi intención sea.
¿Entonces cómo puedo dudar yo que mi intención no vaya a ser cumplida? Sólo
necesito permitirme tener. No rezo – sólo permito, sólo me permito. Cuando rezo es como si
Dios se rezara a sí mismo. ¿Necesita rezar Dios? ¿Existe una criatura a quien
Dios necesite rezar? Después de todo Él es Supremo. Del mismo modo, no rezo, no pido, no deseo.
¡Sólo INTENTO!, y
¡Éste es el secreto en la práctica del Transurfing!
Peregrina/o:
¡Estamos aquí para co-crear con Dios!
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