Nos convencemos a nosotros mismos que la vida será mejor después
que nos casemos. Después lo importante es tener un hijo. Y después tener otro.
Entonces, nos sentimos frustrados de que los hijos no son lo suficientemente
grandes, que nos dan trabajo y que seremos más felices cuando lleguen a
adultos.
Después de eso, nos frustramos porque son adolescentes
(difíciles de tratar). Ciertamente seremos más felices cuando salgan de esa
etapa.
También podemos decirnos que nuestra vida estará completa cuando
a nuestra pareja le vaya mejor, cuando tengamos un mejor auto o una mejor casa,
cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados...
La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que
AHORA. ¿Si no es ahora, cuándo?
Tu vida estará siempre llena de retos. Es mejor admitirlo y
decidir ser felices de todas formas. Por largo tiempo parecía para mí que la
vida estaba a punto de comenzar; la vida de verdad. Pero siempre había algún
obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar,
tiempo por pasar, una deuda que pagar. Entonces la vida comenzaría. Hasta que
me di cuenta que estos obstáculos eran Mi Vida."
Esta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay un camino. Así
que atesora cada momento que tienes, y atesóralo más cuando lo compartiste con
alguien especial, lo suficientemente especial para compartir tu tiempo. Y
recuerda que la vida está hecha de ese tiempo, y que el tiempo no espera por
nadie.
Así que deja de esperar hasta que termines la escuela, hasta que
vuelvas a la escuela, hasta que bajes 10 kilos, hasta que tengas hijos, hasta
que tus hijos se vayan de casa, hasta que te cases, hasta que te divorcies,
hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la
primavera, hasta el verano, hasta el otoño o el invierno... o hasta que mueras,
para decidir que no hay mejor momento que éste para SER FELIZ. La vida es un
trayecto, no un destino.
Trabaja como si no necesitaras dinero,
Ama como si nunca te
hubieran herido,
Canta como si nadie te oyera,
Y Baila como si nadie te viera.
The story
tale book, por Diego Palma v. 11.01
EL TIEMPO DEL
PEREGRINO:
v No tengo tiempo para mantener compulsiva y
sostenidamente mi diálogo interno.
v No tengo tiempo para inundar mi vida de
cosas explicables, es decir, para querer degradar el misterio del mundo y del
hombre racionalizándolo todo.
v No tengo tiempo para proferir arengas que
me den ánimo.
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