domingo, 14 de septiembre de 2014

“Cómo elegir el propio destino”


El Transurfing es un modo de elegir el propio destino, literalmente, como si fuera un producto en el supermercado, sentencia Vadim Zeland.

 En la entrada de hoy entregamos a nuestros muy queridos lectores una estrategia  general a la hora de elegir sus destinos.

PROTOCOLO DE PRÁCTICA


¡CÓMO ELEGIR EL PROPIO DESTINO!


A continuación se te presentan una batería de interrogantes y unos textos para reflexionar, primero individualmente y luego siguiendo las sugerencias del facilitador para que trabajes en grupo.

INTERROGANTES

  1. ¿Crees que la suerte es un destino predeterminado: hagas lo que hagas no lo puedes evitar?
  2. Te lamentas de tu destino diciendo: ¿Por qué la vida es tan injusta: unos lo tienen de sobra, yo siempre tengo necesidad de todo?  ¿A algunos todo se les da fácil, mientras que yo voy de la ceca a la meca y aún así, en vano? ¿A algunos la naturaleza los dota de belleza, inteligencia y fuerza, mientras que yo, nadie sabe por qué pecados, llevo la etiqueta de segunda clase durante toda la vida? ¿Por por qué esta desigualdad? ¿Por ser menos afortunado, de qué soy culpable?
  3. ¿Piensas que a ti te ha tocado un destino de poca calidad y que no tienes esperanza de mejorarlo?
  4. ¿Estás satisfecho (a) con el destino que te ha tocado, pues te sientes cómodo (a) y seguro (a) porque consideras que tu futuro está más o menos predicho y no te asusta por su incertidumbre?
  5. ¿Crees que el hombre tiene que luchar para ser el artífice de su propia fortuna,  que tiene que abrirse paso a codazos para conseguir lo suyo?
  6. ¿Crees en las historias que te contaban cuando eras niño (a) que te mostraban cómo los héroes luchaban con valentía y trabajaban con abnegación días y noches, superando obstáculos increíbles y los vencedores conseguían los laureles del éxito después de haber pasado todos los sufrimientos y privaciones de una lucha encarnizada?
REFLEXIONES

Reflexiona acerca del contenido de los siguientes discursos:

  1. “En la vida hay algo que no anda bien. Son millones los que luchan y trabajan, pero sólo algunos alcanzan el verdadero éxito. Uno puede malgastar toda su vida en una desesperada lucha para encontrar su lugar bajo el sol, sin conseguir nada. ¿Qué pasa con esta vida, que es tan cruel e inconvencible?”
  2. “Qué necesidad tan penosa: tener que luchar contra el mundo para conseguir lo tuyo. Y si el mundo no cede, entonces tienes que luchar contra ti mismo. Si eres así de pobre, enfermo, feo, infeliz, significa que la culpa es tuya. Tú mismo eres imperfecto y, por lo tanto, estás obligado a cambiar”.
  3. “Si un hombre no tuvo la suerte de nacer rico y feliz desde el principio, entonces su destino es bien llevar humildemente su cruz, o bien consagrar toda su vida a la lucha.”
  4. “Al poner su vida a disposición de manos ajenas, el hombre tiene dos caminos para moverse por la vida. Desplazándose por el primer camino, puede resignarse y mendigar para su vida dirigiendo sus súplicas a los péndulos o a las supuestas fuerzas superiores. Los péndulos obligan al Suplicante a trabajar, y éste se rompe el espinazo toda la vida para ganar una módica subsistencia. El Suplicante apela ingenuamente a las fuerzas superiores, pero a ésta nada les importa. El Suplicante declina toda responsabilidad por su destino, diciendo que “Todo es Voluntad de Dios”. Y, si es así, sólo hay que pedirlo bien y, como Dios es misericordioso, te lo dará”.
  5. Si a uno no le conviene el papel de Suplicante, puede elegir el segundo camino: aceptar el papel de Resentido, es decir, expresar su disgusto y exigir lo que supuestamente le corresponde. El Resentido, con sus pretensiones, perjudica más todavía su destino.
  6. Todavía existe un tercer camino distinto al camino del Suplicante o del Resentido. Es el camino del Guerrero: el que se lanza a luchar para ser el artífice de su propia fortuna aunque, a la larga, no consiga nada o consiga poco y de mala calidad o de calidad inferior a sus propias expectativas.
  7. Por último, existe un cuarto camino, el camino del Peregrino del Transurfing, aquel que se desliza por la vida sin luchar y sin peligro, conquistando la realidad fluyendo sin esfuerzo, tal como lo hace un surfista con las olas del mar.
BRINDIS
Peregrina/o:

¡Brindamos hoy con regocijo porque hemos practicado una estrategia general para elegir nuestros destinos!

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