Podemos vivir la vida como si fuéramos un conductor
de ferrocarril, sabiendo exactamente adónde vamos y cómo es la ruta, o como un surfista: siguiendo la ola.
APRENDIZ DE
TRANSURFER
Esta es una idea poderosa, expresa Vadim Zeland: “De
hecho la vida ES un delicado equilibrio
impredecible. No sólo hay que dejarse llevar por la ola. Sino que también
es cierto que no todas las olas sirven para surfear.
Para hacer surf hay que estar dispuesto a lo que no
se puede prever (nadie sabe como vendrá la ola). Todo es una mezcla de arte y
entrenamiento, nadie nace sabiendo hacerlo y, además, es imprescindible estar dispuesto a correr el riesgo.
En verdad no alcanza con los sueños, no alcanza con la fantasía, no alcanza con las ilusiones, no alcanza con el deseo y los proyectos… y sin embargo, sin ellos no hay camino…”, sin ellos no se puede lanzar uno a la corriente de las variantes.
En verdad no alcanza con los sueños, no alcanza con la fantasía, no alcanza con las ilusiones, no alcanza con el deseo y los proyectos… y sin embargo, sin ellos no hay camino…”, sin ellos no se puede lanzar uno a la corriente de las variantes.
¡Hoy brindamos porque como aprendices del Transurfing estamos
dispuestos a correr el riesgo, cargados con nuestras fantasías, con nuestras
ilusiones, deseos y proyectos, sin perder nunca el delicado equilibrio que ES cada
una de nuestras vidas de peregrinos, sin perder la convicción de que nosotros
somos los constructores de nuestros respectivos caminos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario