2.- LOS PÉNDULOS
- I.- Guía para la
comprensión del Modelo del Transurfing:
- Escucha
(lee) la siguiente información generada por Vadim Zeland:
Desde tu nacimiento los péndulos te han señalado tu sitio en
este mundo. Te han impuesto el patrón de ideología, te han explicado las reglas
del juego, te han adjudicado un papel y, de este modo, te encarcelaron en la funda de la
condicionalidad. Y al mismo tiempo te expidieron una falsa declaración
de independencia, según la cual puedes elegir. Te colgaron de un hilo, como a
una marioneta, y te “soltaron”, diciendo: “Desea lo que quieras, consíguelo como
quieras”. Empiezas a agitarte en el hilo y a conseguir, pero sin
resultado. Entonces se te da a entender que debes luchar más obstinadamente aún
contra ti mismo/a y contra el mundo para conquistar tu lugar bajo el sol. Así
son las reglas de los péndulos: “Lucha y haz como yo”.
II.- Guía de tu experimento Transpersonal para tu
Trans-Formación:
-
Practica los siguientes
experimentos transpersonales:
ü ¿Doy excesivo significado a todas las cosas que me suceden en mi
vida interior y exterior?
ü ¿Sigo ciegamente las reglas del juego de la religión, la
política, la ciencia y la economía, de
la cultura en la que fui formado y en-fundado?
ü ¿Estoy durmiendo-despierto
y cumplo mecánicamente mis papeles de padre, de madre, de hijo, de hermano, de
ciudadano, de emprendedor, etc.?
ü ¿Lucho obstinadamente, aún contra mí mismo/a y contra el mundo
para conquistar “mi lugar bajo el sol”?
ü ¿Predominan en mí las actitudes negativas?
III.- Guía para la Reflexión de tu Voz Interior:
-
Escucha el Susurro de las
Estrellas de Madrugada:
-
¡Para liberarme de los péndulos energéticos de la cultura,
“despierto” y cambio conscientemente de actitud!
¡Hago mi futuro deseado un hecho presente! ¡ Hago esto al asumir
el sentimiento del deseo cumplido!
LA FUNDA DEL ALMA
Puedes escapar de la “funda del alma” si te guías por los
principios del Transurfing. El poder de los péndulos es grande, pero ellos no
podrán ponerte impedimentos si renuncias a la importancia y
haces uso consciente de tu derecho de elegir y determinar tu guión.
A los péndulos les resulta beneficioso tener a la gente bajo
control. Persiguen únicamente sus propios objetivos, y para ellos el hombre es
sólo un instrumento, un medio, una marioneta. Tu alma vino a este mundo como a
una fiesta; pues bien, permítesela. Sólo tú debes decidir
si eliges malgastar toda tu vida trabajando en beneficio de un péndulo ajeno, o
vivir para ti, para tu completa satisfacción. Si eliges la fiesta,
entonces es necesario que te libres de los péndulos que te sujetan y encuentres
tu propio objetivo y tu propia puerta.
Tu mente debe comprender: no estás obligado a dejarte llevar de
la rienda por los péndulos. Une la mente con el alma y tendrás todo lo que tú quieras, tanto
en sentido literal como figurado. Sólo necesitas librarte de los péndulos y
eliminar la desunión entre el alma y la mente. Permítete el lujo de ser
merecedor (a) de todo lo mejor.
Si alguien te inculca que estás obligado/a a trabajar en bien de
algo o alguien, no le creas. Si intentan demostrarte que todo en este mundo se
gana trabajando, no les creas. Si intentan imponerte una lucha despiadada por
tu lugar bajo el sol, no les creas. Si intentan atraerte a una secta o una sociedad
donde necesitan tu “contribución para una causa común”, no les creas. Si dicen
que has nacido pobre y, por tanto, debes vivir pobre toda la vida, no les
creas. Si intentan hacerte creer que tus capacidades son limitadas, no les
creas.
Tendrás que persuadirte de que los péndulos no te dejarán en paz
así sin más. En cuanto broten en ti los gérmenes de la determinación de tener,
los péndulos te arreglarán una situación en la que te darán a entender que tus
capacidades son muy limitadas. En cuanto te sientas capaz de elegir y
determinar el guión del juego, los péndulos intentarán desbaratar todos tus
planes. En cuanto sientas tranquilidad y seguridad en ti mismo (a), los
péndulos intentarán meterse contigo. No te dejes provocar y no te dejes
desequilibrar. Mantén tu importancia en el nivel mínimo y actúa conscientemente.
No necesitas ni esfuerzo ni firmeza, sólo la intención consciente de mantener la
importancia a cero.
Vadim Zeland